Si el año pasado me hubiese preguntado si me quería ir con él unos días por ahí... puf, me habría emocionado.
Pero ahora...sólo ha venido a estropearlo!!
Una relación tranquila, sin nombres que la explicasen ni necesidad de ponérselo. Día a día, momento a momento, sin pedir nada y dando sólo lo que te salía dar. Cada vez más confianza y tener la impresión que pese al pasado y a sus rarezas, empezábamos a ser amigos.
Siempre temes involucrarte demasiado en un relación de este tipo, siempre uno sufre más que el otro porque sólo suele enamorarse uno, el año pasado fui yo.
Este año habíamos encontrado ese equilibrio y era genial.
Ahora me propone un plan de irnos juntos unos dias... y no siento ninguna emoción, alguna pero muy pocas para... para ser yo. Me hago preguntas como qué significa, aunque sé que no debería hacerlo, la respuesta es "le gusto", sí supongo que sí, pero eso no quiere decir que me quiera, o al menos, que acepte el hecho de quererme que al fin y al cabo es la cuestión en lo que a él se refiere. Nunca dejará que su corazón interfiera en la decisión que tomó en su día de estar solo.
Yo comprendí eso, lo acepte y he sido capaz de estar con él y "enamorame" sin ilusión alguna por nada en común, me viene bien ahora, lo de no tener complicaciones, no puedo dejarme con una persona que no va a dar nada por mí.
Pero me propone algo que antes de hacerlo habría pensado que era del todo imposible, y le digo que no. No, porque si voy con él y sigo con esta ausencia de implicación de sentimientos no me va a gustar nada darme cuenta que estoy tirando a muerta.
No, porque tampoco deseo que ocurra lo contrario y ser capaz de dejarme, no con él, no por él, no porque entonces estaría condenada a estar, a dar a amar... y a saber que no tengo porqué recibir nada a cambio. Mis tiempos de masoca y autotortura ya quedaron lejos.
Pero no puedo dejarle.